dissabte, 2 de febrer del 2008

Vila Matas (2)

En la era del pacto autobiográfico, en una época en la que predomina la novela del yo, un señor llamado Teste, levantado antes de la aurora, en pijama, con los hombros cubiertos con un chal, anota: "Es lo que llevo en mí de desconocido lo que me hace yo"

El mal de Montano Enrique Vila Matas
(aviso: hi haurà més posts del Mestre Vila Matas)

Pintura: Rothko

4 comentaris:

Albert Rams ha dit...

Sollana ( Valencia), 2 de agosto de 1998


LLORO AL AMANECER



Lloro al amanecer
y me encuentro con tu llanto,
y con el mío
y el de tantos.


Lloro al amanecer,
!Oh, Dios Santo!,
y existo en Tus ojos
y en el Llanto.


Lloro al amanecer
y los gallos me lo cuentan:
que te vieron sonreir
en la Noche Tenebrosa.


Lloro al amanecer.
(“¿Por qué tanto...?”).
Tu silencio te delata:
“ !Querer!: ¿ Cuánto...?.
¿Querer? : !Cuánto...!”.


Lloro al amanecer.


Albert Rams

conanglell ha dit...

EXPLORACIÓN EN LA TINIEBLA

Ciega la claridad apenas entrevista
y hay que sumirse más en la penumbra
Parece la penumbra casi clara
Y hay que entrar en la sombra.

La sombra no es bastante y ha de hundirte
en la silente oscuridad del fondo
de tu abismo secreto, la mina de azabache
sepultada en tu nombre.

En lo profundo de tu sueño,
más abajo del último refugio de la culpa,
fondo tras fondo, hundirte, más abajo
del dudoso cimiento de tu Esfinge.

(fragment)

Juan Mollá

Albert Rams ha dit...

La noche era una llama
la Luna estaba tierna
Agosto era un suspiro
de calidas estrellas

El mar se deshacia
mojando tus caderas
la arena entre tus labios
jugaba con mi lengua.

Y empapados de agua y Luna
enlazados cuerpo a cuerpo
recorrimos las espumas
hasta el fin del Universo
donde nace el Universo
cuando estalla el Universo
el Universo...

...(Porque hay noches y noches, San Aute dixit...)

conanglell ha dit...

Aquí l'has clavat...
"hay noches y noches"
...y noches:

UNA NOCHE ENTRE AMIGOS
Para ahuyentar las eternas tristezas del mundo,
nos entregamos a beber, centenares de jarros.
La hermosa noche nos invita a íntimos coloquios,
y la brillante luna nos quita el sueño.
Ya ebrios, nos acostamos en la yerma montaña.
El cielo es nuestra manta
y la tierra, nuestro lecho.

LI PO