.jpg)
- ¿Y por qué el otro nos trastorna tanto?
- Porque no es otro como yo. En general, no buscamos al otro, buscamos a alguien como nosotros para no vernos muy desafiados. Pero es una suerte encontrarse en la vida con alguien otro de verdad.
Entrevista a Angel Gabilondo, catedrático de metafísica (Gràcies Albert per descobrir-me'l!)
VS.
(...) Todas las noches nos poníamos nuestra mejor ropa, traje y camisa de seda para mí, precioso vestido ceñido y con raja por detrás para ella, que se adornaba con pesadas joyas de plata casi bárbaras, y nos sentábamos para una cena elegante en aquella mesa cubierta con mantel de encaje y puesta con vasos de cristal y cubiertos de plata con nuestras armas, platos de porcelna de Sèvres, candelabros de plata maciza erizados de largas velas blancas; en los vasos, nuestros propios orines, en los platos unas espléndidas cagadas pálidas y firmes, que nos comíamos tranquilamente con cucharilla de plata. Nos limpiábamos la boca con servilletas de batista con monogramas, bebíamos y, al acabar, nos íbamos a la cocina a fregar los platos. Y de esa forma no bastábamos a nosotros mismos, sin perder nada y sin dejar huellas, limpiamente.
LAS BENÉVOLAS, Jonathan Littell
LAS BENÉVOLAS, Jonathan Littell